Estado: en alerta por riesgo de aumento de emisiones contaminantes.
Tendencia al aumento en municipios del corredor industrial y zonas aledañas.
El impulso por el desarrollo industrial en el estado ha incidido en el consumo de energía secundaria reflejado en el índice de consumo percápita de energía eléctrica y en el consumo de gas L.P. En los siguientes gráficos podemos apreciar la evolución del consumo de dichos elementos en el estado. Respecto al consumo de energía eléctrica percápita el estado está dentro del promedio nacional de 1.7 MWh/ habitante al año. Por lo que la dinámica de consumo se mantiene en ese aspecto. En el 2009, Guanajuato tuvo un mayor consumo percápita debido al establecimiento de industrias relacionadas a la metalmecánica o de giros afines a la industria automotriz, lo que ocasionó un mayor consumo de electricidad.
Sin embargo la crisis económica global redujo el crecimiento industrial, lo que se vió reflejado en la demanda energética de l 2010 en el estado y el país en general. Los municipios con mayor demanda de energía son los del Corredor Industrial del Estado, es decir Purísima del Rincón, San Francisco del Rincón, León, Silao, Guanajuato, Irapuato, Salamanca, Villagrán, Cortazar, Celaya y Apaseo el Grande. De los cuales se debe remarcar que los municipios de Salamanca, Villagrán y Celaya son los que mayor consumo percápita tienen en el estado, por encima del promedio mencionado.
En lo que respecta al consumo de Gas L.P. Guanajuato se mantiene en el séptimo lugar en las entidades del país que mayor demanda tiene. En la región Centro- Occidente se mantiene por debajo de Jalisco como el estado con mayor consumo del mencionado insumo energético.
Esto resulta relevante dado que la economia estatal se orienta en gran medida a la industrialización, por lo que esta demanda tenderá a incrementarse en los próximos años, y por ende el aumento del riesgo de emisiones contaminantes a la atmósfera y mayor demanda de recursos como el agua. Por lo que resulta pertinente la implementación de acciones que prevengan posibles eventos de contaminación que signifiquen en deterioro de otros indicadores ambientales.